Comentario a la entrega de Adriana Arista en Argumentos del IEP (Julio 2013).
El tema de esta
entrega en línea de Argumentos se ha
dedicado al Patrimonio Cultural. Los cinco artículos que componen esta sección
se abocan a explorar múltiples posibilidades y caminos que se pueden seguir en
el futuro para mejorar el estatus del patrimonio cultural. Como contribuyente al
tercer articulo en esta sección me gustaría comentar, tal como se haría en una
mesa redonda, las propuestas de los colegas en sus respectivos temas.
No quisiera
explayarme aquí sobre las bases fundamentales de la construcción y gestión de
patrimonio, más que para proponer dos conceptos que me parece son fundamentales
en este disciplina: (1) La creación de patrimonio es un fenómeno social. Los
restos arqueológicos o históricos son sólo eso, restos, hasta que la
investigación, conservación, y toma de interés y custodia de la comunidad local
o regional o nacional les brinda un estatus de patrimonio. El tercer
componente, ya reconocido como tal, es fundamental: innumerables sitios han
sido investigados sin que lleguen a ser patrimonio; otro tanto han sido
conservados y luego descuidados. Dicho esto, es de notar que un sitio
"declarado" patrimonio, pero sin supervisión tanto comunal como policial,
es decir sin ser parte del "mundo" de una comunidad, no es realmente
patrimonio. Si su destrucción se lleva a cabo a pesar de tener el
"titulo" es que en espíritu no lo era. Ciertamente, esta regla hace
que no sean muchos los sitios que puedan tener ese estatus de carácter fundamentalmente
"social". Y, (2) El estado central (cultural o no) ha demostrado ser,
en Perú, el peor gestor y promotor de patrimonio. En comparación, en las
ultimas décadas los muchos ejemplos de gestiones locales o regionales han
demostrado cual eficiente, socialmente enraizado, y productivas pueden ser
estas iniciativas descentralizadas. La tarea de un ente central debería ser de
promover la gestión, de orientar y articular como bien anota Arista siguiendo a
Laguzzi, crear un ambiente que facilite y entusiasme a académicos, técnicos y a
la población a dedicarse al patrimonio, pero no específicamente, y limitándose,
a la conservación o gestión de patrimonio en particular.
El texto del
Lineamiento 5 que analiza Arista concuerda con estas ideas (http://www.mcultura.gob.pe/sites/default/files/docs/lineamientomc.pdf.) La intención es buena a la luz de los
fundamentos que Arista provee: el intento de considerar tradición, innovación y
pluralidad como factores siempre cambiantes por la esencia dinámica de la
cultura y, luego, amoldar la administración a estos factores. Sin embargo,
lineamientos de este tipo se han encontrado en conflicto directo en los últimos
años con las propuestas de los sectores turismo y minas. Que estos lineamiento
no tomen en cuenta la influencia que la política del turismo tiene sobre el
patrimonio y la estrategia de destrucción que acarrean los proyectos de
recursos minerales es un verdadero problema. Mas aun cuando se reconoce que estos
proyectos no solo destruyen los restos materiales sino que pueden causar
estragos al tejido social de comunidades y sus tradiciones. He aquí entonces
dos factores importantes en contra del dinamismo cultural, que se quiere
preservar en sociedades vivas (en vez de observar el dinamismo social en forma
de un proceso de extinción).
Asumo que Arista
ha experimentado la necesidad de tener estos "lineamientos" en la
practica, cuyo contenido califica como el fin de la "soledad" o
quizás la desarticulación de las políticas culturales. Aun así reconoce que es
solo un comienzo en el largo proceso de profesionalización del tema de gestión
cultural. Sospecho, leyendo los corolarios al documento de Lineamientos, que
las mentes están aun calibradas para hacer trabajos puntuales pero no
estructurales. Por ejemplo, en vez de declarar que se creará "el Museo
Nacional Amazónico en Loreto y del Museo del Tahuantinsuyo en el Cusco" se
debería mas bien enfatizar la importancia de los museos de sitio o regionales
en el sistema y como ayuda en el desarrollo y afianzamiento del concepto de
patrimonio y sus ejemplos materiales e inmateriales en una comunidad o región.
Que circunstancialmente este proceso se inicie en Iquitos o Cusco es otra cosa.
Este ejemplo deja de lado, por ejemplo, Pucallpa o Tarapoto, que también son
importantes lugares donde se vive las tradiciones de la Amazonía peruana.
La experiencia de
Arista con temas de patrimonio se relaciona, actualmente, con el proyecto
Qhapaq Nan, uno de los mas complejos proyectos que se han propuesto el ex-INC y
ahora Ministerio de Cultura (http://www.qhapaqnan.gob.pe/wordpress/). Este tipo de proyecto por su carácter
internacional, regional y local y por la variedad de personas implicadas en su
desarrollo personifica la importancia de los lineamientos generales, que luego
se amoldan a los casos concretos de proyectos locales como se ha planteado para
el Qhapaq Nan. No es lugar para analizar los progresos en la ultima década,
pero quisiera resaltar que este proyecto es el perfecto ejemplo en el cual la
comunidades y algunos de sus miembros trabajan al unísono para el plan general,
incluyendo en el Área de Participación
Comunitaria donde se concentra Arista. Recuerdo que a inicios del
milenio, cuando este proyecto aun se estaba organizando, ya existían
contribuciones por parte de particulares que documentaban trechos del camino
como era el caso del tramo Tarmatambo-Xauxa , por Cesar Delgado Rodríguez (http://www.oocities.org/thetropics/cabana/8719/tarmajau/). Mi punto es que este es un proyecto
donde la participación ciudadana es sumamente importante en todas las etapas
del proyecto, y por supuesto, en el periodo de custodia del camino en los
cientos de lugares donde se preserva hasta hoy.
Arista está en lo
cierto en estos lineamientos son sólo el inicio de un debate sobre las
prioridades que se derivan de los lineamentos generales. Repito que los
corolarios que el documento presenta no explica cuales son las razones para las
prioridades en las que se determina la necesidad de crear un museo u otro, o la
de excavar un sitio frente a otro, o de conservar un sitio en vez de otro (en
otras palabras, creando patrimonio en ciertos casos y no en otros). De esta
manera, concuerdo con la predicción con la que se concluye esta contribución: hay
mucho debate por venir, en las que se deberá ser muy puntal y especifico en las
estrategias de gestión. Para ello, se deberá encontrar un Ministerio abierto no
sólo a la opinión de sus propios funcionarios, que tienen una capacidad
determinada, pero abierta a los académicos y especialistas que trabajen en el
tema fuera del ámbito gubernativo y burocrático. El Ministerio de Cultura va a
necesitar "externalizar" sus canales de comunicación y creación de
estrategias de gestión de manera a crear planes que resulten de la convergencia
de opiniones de pobladores, especialistas, académicos y funcionarios. Una tarea
sin duda difícil pero cuyos resultados podrán lograr crear un verdadero patrimonio a
largo plazo y sostenible.
0 Comentarios:
Publicar un comentario
<< Home