viernes, enero 05, 2007

Templos, Iglesias y Supervivencia: Para Beneficio de los Turistas de Hoy (2007)

Cuando visitamos algún sitio arqueológico y observamos algunos edificios en mejores condiciones que otros, ¿pensamos en la razón de tal situación? ¿Existe alguna seña que indique la razón de su mejor preservación? ¿Mejores materiales? ¿Mejores arquitectos? O simplemente cuestiones circunstanciales: haber sido lugares especiales en el pasado que han permitido su conservación?

Ciertamente, muchos sitios enterrados suelen preservarse mejor que otros, resultando con buena parte de los muros, pinturas murales, escaleras, vanos y hasta dinteles en su lugar original. Pompeya es el mejor ejemplo de un sitio enterrado en un corto periodo de tiempo (un par de decenas de días de lluvias de ceniza). En el caso de Roma, la superficie de la ciudad de hoy se encuentra a unos cinco metros sobre el suelo del Foro Romano, por tantos siglos llamado “campo vaccino”, o campo de vacas, o en el Estadio de Domiciano bajo la Plaza Navona (ambos estos espacios, sin embargo, guardando la misma forma). La destrucción de monumentos ocurre aun cuando Roma era la ciudad más grande del mundo, capital del imperio, con incendios frecuentes y renovaciones, o cuando sus templos eran presa de los saqueos de los vándalos, o el importante saqueo de Carlos V de 1527, o simplemente el robo de los mármoles que vestían las paredes, y las columnas y capiteles para la construcción de los grandes palacios romanos e inclusive la basílica de San Pedro. El refrán dice: “Lo que no destruyeron los bárbaros, lo destruyeron los Barberini”; pero no fueron sólo ellos.

Pero tanto en el recinto del “campo vaccino” del Foro Romano como en otros complejos arqueológicos hay ciertos monumentos que han preservado su fisonomía general. En la mayoría de los casos, puesto que la historia de Europa de los últimos dos milenios está marcada por el advenimiento del cristianismo, los monumentos más antiguos que se preservan suelen ser edificios convertidos en iglesias cristianas de los primeros siglos de esta era. Lo mismo podría haber ocurrido en las Américas, pero aquí las iglesias cristianas remplazaron los palacios y templos de las sociedades de los Incas, Aztecas y Mixtecas. En América el desmantelamiento de la mayoría de edificios y el uso de sus piedras (donde por ejemplo las esculturas se vuelven a tallar) es una práctica muy común que significó la desaparición de los templos antiguos. Excepto en raras conversiones donde es el revoque de las paredes antiguas que ha permito su preservación. ¿Qué monumentos con estas características conoce? Conozcamos entonces algunos ejemplos de edificios preservados por circunstancias de carácter religioso, así como otros destruidos por la conversión religiosa a través de los tiempos.

En Europa, podemos destacar el templo griego de Agrigento, la Curia en el Foro Romano, el templo de Faustina y Antonino, y el Partenón en Atenas, entre otros. La persona que conociera Roma diría inmediatamente que el Panteón podría incluirse en este grupo; cierto, es uno más que se preserva por las mismas razones, además que es uno de los monumentos romanos más sólidos de la ciudad. Y es que en Roma, con el advenimiento de la cristiandad en el lento proceso entre los siglos I y III, los edificios romanos suelen acoger los primeros templos cristianos. No es entonces de sorprender que el término “basílica” sea usado para estos tempranos edificios religiosos, que en Roma imperial eran lugares de actividad civil y comercial. Además guardan el plano de una nave amplia flanqueada por una larga columnata y estrechas naves laterales. En Santa Maria Maggiore o Santa Maria del Trastevere se usan antiguas piezas de construcción como columnas y capiteles para construir esos edificios a partir del siglo IV.

El templo de Agrigento del siglo V a.C. se preserva en su estructura original. Cuando fue convertida en iglesia cristiana hacia el 600 d.C., algunos cambios se realizaron en el edificio: remoción de los ídolos pre-cristianos, puertas laterales abiertas en los sólidos muros de la cella y elevación de la pared tras el nuevo altar. La fecha de remoción de los frisos y metopas es menos segura, quizás al momento de uso de la iglesia o quizás durante el siglo XIX en la ola de coleccionar esculturas clásicas. Esta es una constante: las estructuras se extirpan de las estatuas originales y comúnmente de frisos o mármoles que los cubren.

Uno de los ejemplos más interesantes es el del Templo de Faustina y Antonino en el Foro Romano, en el campo vaccino. Este grabado muestra que el foro se desarrolló como un área de vivienda, entre los restos arruinados de templos (note las columnas del Templo de Castor a la derecha). El Templo de Faustina, marcado por el punto ocre, se transformó en la Iglesia San Lorenzo en Miranda en el siglo XI. La iglesia ocupó toda la planta, integrando las columnas del pronaos en sus paredes, en cierta manera protegiéndolo, como es el caso del Coricancha y la Iglesia de Santo Domingo en el Cusco. En 1536, nueve años después de haber ordenado uno de los















saqueos más violentos de Roma, Carlos V ordena descubrir las columnas de la fachada y retraer la entrada a la fachada de la cella, tal como se nota en el grabado. Así, es considerado el templo mejor preservado de Roma.

Un caso ejemplar en Europa es el Partenón de Atenas, el templo más grande de la Atenas clásica. Su preservación es admirable y sólo es afectado en el siglo XVII al ser bombardeado por los venecianos y explosionar las municiones guardadas en la cella. Luego en el siglo XIX es dilapidada, con permiso de los ocupantes turcos, de sus frisos y metopas, hoy conservadas en Londres. En su larga historia desde su creación en el siglo IV a.C., pasó a ser iglesia cristiana en el 426 d.C, y mezquita en 1458.

Finalmente, es de interés el caso del Coliseo, que no fue templo pero sí transformado en lugar de la gesta del Vía Crucis por los papas del siglo XVIII lo que impidió su desmantelamiento total. En el medioevo fue uno de tantos castillos del valle y en el siglo XVI, fue la principal cantera de la ciudad para la construcción de San Pedro sobre la Basílica de Constantino (el tipo de basílica que perdura en algunas iglesias de Roma y que superada por las grandiosidad de los papas).

En las Américas la creación de templos cristianos no suele preservar las construcciones antiguas de la misma manera; ello ocurre en sólo algunos casos ejemplares. Es de presumir que grandes templos fueron destruidos en las nuevas ciudades americanas, como lo demuestra el caso del Templo Mayor de ciudad de México, que curiosamente no fue la base de la catedral, construida metros más allá.

En el Cusco, la primera catedral se construyó sobre el palacio del Inca Viracocha (la de hoy fue construida a su lado en el ámbito de la plaza inca) y la iglesia de Jesús sobre el del Inca Huayna Capac. La falta de trabajos arqueológicos en sus cimientos han impedido la confirmación de estos datos históricos. Hoy no se percibe nada de ellos.

Pero hay dos casos andinos interesantes de templos preservados: la iglesia de Huaytará, que se crea en uno de los cuartos principales en las construcciones nobles del sitio, y la iglesia de Santo Domingo que se construye sobre el templo inca del Coricancha. Estos casos tiene las mismas características: ambas fueron construcciones de la más fina mampostería inca enlucida con paredes blancas de las iglesias cristianas; en ambas se notaban desde siempre los cimientos de esas antiguas construcciones sin sospechar que sus muros no habían sido derruidos. Un incendio en Huaytará en el siglo XVIII (arriba) y un terremoto en Cusco en el Siglo XX (abajo) dejaron descubierta sus paredes, para no volver a ser tapadas. Representan hoy de los mejores ejemplos de arquitectura inca.

No todos los templos “paganos” son destruidos. Pachacamac en la costa de Perú es el santuario más importante de los Andes y sigue siendo un sitio religioso importante en la colonia. Sin embargo, en él ocurre una destrucción limitada de las estructuras religiosas y poca superposición cristiano-sobre-andino (léase destrucción de templos). El templo del Sol domina aun el sitio sin huella de una capilla o iglesia. El recinto del Viejo Templo, el oráculo más importante de Pachacamac que varios españoles conocieron al visitar el sitio por primera vez, era un templo de caña y barro, tela, esteras, con la estaca de madera de la deidad Ichma; sus restos fueron encontrados durante el siglo XX: tanto el ídolo como los restos de la puerta de caña recubierta de tela y de dos decenas de conchas rojas de Spondylus, molusco altamente sagrado. Muestra un patrón de haber caído en desuso.

La destrucción de templos es un patrón común en procesos de dominación. En el caso del advenimiento de la cristiandad desde su estatus de religión subterránea (literalmente, con las numerosas catacumbas de Roma) esta hizo un uso de las estructuras “paganas” de los dioses romanos para crear sus numerosas primeras basílicas. Los cristianos actuaron de una posición de poco poder hasta recibir el favor imperial en 313 d.C. En los Andes el patrón fue de arrasar los templos “paganos” y crear las iglesias cristianas con los estilos europeos, muchas veces enriqueciendo los templos a medida que las tierras andinas y sus gentes proveían a fuerza las riquezas de la tierra.

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2 Comentarios:

Blogger El Cantante said...

Qué post tan interesante! Conozco otro caso de construcción de una iglesia sobre un templo incaico y es el de Vilcashuamán. Le tomé estas fotos hace unos dos años:

templo
plaza

En la última foto se nota lo amplio que es (o era) la plaza de Vilcas y que recuerda de alguna manera el Haucaypata...

8:48 p.m.  
Blogger El Cantante said...

¿Y la iglesia de Chinchero? ¿Qué opinas?

3:00 a.m.  

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